sábado, 5 de diciembre de 2020

ELEFANTES EN CALLE LIBERTAD DE CIUDAD BOLÍVAR

Nunca, jamás, sólo en las películas de Johnny Weissmuller, había visto de cerca a un elefante, con su piel áspera, gruesa y rugosa. No era uno, sino tres. Ahora estaban allí andando lentamente sobre el pavimento de la calle Libertad por donde en 1817 subió Bolívar con su guardia a tomar posesión de la Plaza, hasta entonces en poder de las autoridades delegadas del Reino de España. Tres elefantes del circo Razzore que había levantado su carpa en terreno de la hoy Plaza Centurión, iban guiados por su domador, trapecista y payasos, avisándole a la comunidad bolivarense que se había instalado para distraerlos de la rutina y tráfago de la capital orinoqunse. El animal más grandes de la Tierra, con su trompa descomunal y sus pabellones auditivos similares a la solapas de las monjas del convento, iba en fila de tres parsimoniosamente remontando la cuesta empinada del Casco Histórico de Ciudad Bolívar hasta su lugar de origen donde los circenses venían periódicamente al divertimiento de chicos y grandes evidenciando la inteligencia de estos mamíferos y montado los elefantes sobre una pequeña esfera de madera sólida no obstante su peso de siete mil kilogramos. Creo es la última vez que estuvo el Circo Razzore en Ciudad Bolívar. No volvió más porque el barco donde venía para otra temporada, naufragó cerca de Cartagena. (AF)