Santo Vhalis creía que era difícil ser Profeta en su tierra. Por eso se fue a Brasil dejando atrás su tierra de Mapire a la orilla norte del Orinoco. En Brasil a fuerza de voluntad y tesón se hizo magnate de la construcción y un buen día su sobrino el diputado médico Said Moanack y su pariente Rene Vhalis, lo invitaron a Ciudad Bolívar, lo agasajaron y le sugirieron invertir en la capital guayanesa, pero Santo dijo que su capilla estaba alla´bajo otro cielo. (AF)
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