
La entrada del Año Nuevo 1940, fue como tradicionalmente venía ocurriendo en ciudad Bolívar hasta la mitad del Sigo XX: Toques de campañas, salvas de
artillería en la Fortaleza El Zamuro, sirenas sonando desde los buques de rada
y La Electricidad y después las Radios
de la ciudad en sintonía con el Mensaje del Presidente de la República. A las
seis de la mañana, las autoridades enarbolaron el Pabellón Nacional en los
edificios públicos y a la diez se instalaron la Asamblea Legislativa bajo la
presidencia del doctor J. M. Gómez Rengel y el Concejal Municipal, presidido
por José Rosalino Flores. Seis días
después, el doctor Ovidio Pérez Agreda presentó cuenta de su gestión ante la
Legislatura. En la ocasión, destacó la
venta del Capitolio que ya había sido declarado Cuartel Tomás de Heres por el
Presidente de la República, según decreto de julio del año anterior. El Gobierno Nacional pagó al Estado 200 mil
bolívares por le venta del inmueble y la cual fue impugnada por guayaneses
residentes en Caracas al considerar que el mismo tenía un valor superior. El edificio destinado en principio para un
Hospital dedicado a San Juan de la Cruz, comenzó a ser construido en el último
Gobierno de Juan Bautista Dalla Costa conforme a un proyecto del ingeniero
polaco Alberto Lutowski, quien dejó inconclusa la obra a causa de su muerte por
fiebre amarilla el 16 de enero de 1871. Los 200 mil bolívares que recibió el
Gobierno Regional por la venta del Capitolio, los destinó para la construcción
de un Mercado y un Matadero modelos para Ciudad Bolívar. Esto está contenido en un decreto de Pérez
Agreda del 3 de mayo de 1939, en el cual se incluye igualmente la construcción
de un Hospital para Upata y la desecación de tres Lagunas que rodean al pueblo
de San Félix.(AF)
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