sábado, 22 de octubre de 2022

LOS TURCOS EN MARGARITA

El General Cipriano Castro, no sabemos por qué razón, sintió fobia por los turcos. Cualquiera de ellos, bien fuera turco, sirio, árabe, musulmán, que fuera visto por los caminos de Venezuela ofreciendo gitanamente su mercancía, sin el menor reparo era llevado a la cárcel. No se conoce en toda la historia del país una persecución tan encarnizada contra esta gente que la desatada por nuestro Presidente de comienzos del presente siglo. Para congraciarse con el Jefe de turno, José Asunción Rodríguez, Gobernador del Estado de la época, por poco comete un genocidio con estos ciudadanos del mundo. La perla margariteña atrajo a cuantos pudieron atravesar el mar, desde que Cubagua empezó a hundirse en sus propias aguas. Entre tantos aventureros, como es de suponer, no podían faltar los famosos turcos, agrupados en este término, como ya es habitual, todos los demás gentilicios. Cualquier buhonero visto ofreciendo su mercancía por nuestras calles y caminos, fuera de donde fuera, le decíamos turco. En turco se convirtieron la mayoría de nuestros comerciantes cuando el vulgo notaba cualquier alza arbitraria en los precios de los artículos de primera necesidad. Turco es entre nosotros sinónimo de tacañería y usura. En turca se convirtió Petra Ramona fiando cortes de tela entre robleros y pampatarenses. Turca también fue Marcóla con el mismo oficio. Ambas adquirieron fama de ricas. La copla popular todavía recuerda la fama de ricas de estas dos turcas: La turca Marcóla fue quien vio la luz, y Petra Ramona compró un autobús. .. ¿Y quien no conoce en Margarita al Turco Negro? Comenzando el siglo veinte ya estaban establecidos en Margarita muchos turcos. Castro ordena a José Asunción Rodríguez que los detecte y los devuelva a su tierra. (Nicanor Navarro, escritor nacido en Los Robles 1934)

domingo, 5 de junio de 2022

GASTRONOMÍA DE EL CALLAO / la China Mannoni

La “Bulla del Oro” originó un fuerte movimiento migratorio de gentes que se radicaron en esta tierra transmitiéndonos sus costumbres ancestrales; es por eso que existe dentro de nuestra gastronomía una serie de platos y bebidas que fueron preparados por los primeros pobladores de El Callao y que se quedaron formando parte de las costumbres y preferencias de los callaoenses, tales como: El Pelau, palabra de origen francés, que luego degeneró en Pelao y que consiste en un arroz con pollo especial; Kalalú, Acrá, Banan Pilé, Carapacho de Morrocoy, Domplin, Sauce, Pan de Madama, etc.; entre las bebidas están: Yinya Bié, Maví, Soryl, Monkí Pí, Mamá Coneja, etc. Deáde muchos años atrás, en esto de la gastronomía callaoense han tenido una destacada actuación las Hermanas: HAYBI, DELIA Y EVELYNG LEONARD, descendientes de antillanos procedentes de Granada, reconocidas como expertas en el arte de preparación de comidas y bebidas, especialmente - las típicas de nuestro pueblo; como fueron también Don Carlos Small y Owen Ruperto John, por lo que El Callao les agradece la constancia y el interés demostrados en mantener vivas nuestras tradiciones culinarias. Los callaoenses deseamos que nuestras costumbres se conserven, no se pierdan, ni se distorsionen. Es conveniente que los jóvenes se interesen en mantenerlas; en este sentido le damos un aplauso al joven MARCOS FLORES, quien está debidamente informado y experimentado en la confección de la gastronomía de El Callao, su pueblo, no bastándole su conocimiento para consumo propio, sino que aprovecha cada oportunidad para demostrarlo, como lo hizo con gran éxito en el IV Coloquio de Culturas Residenciales- Populares del Oriente de Venezuela, del 17 al 21 de septiembre de 1996, auspiciado por la Universidad de Oriente y la Gobernación del Edo. Bolívar, donde presentó una serie de comidas y bebidas típicas de nuestro pueblo, que fueron elogiadas por los participantes, en este Coloquio. El Taller realizado por la Delegación de El Callao, integrado por el Pbro. Ramón Fajardo Tiapa y su equipo, Carmen Delgado Mannoni y “Coco” Griffln, dió una información y una demostración cierta, de los orígenes de El Callao, su manifestación cultural, y la problemática minera; se hizo una exposición relacionada con el Proyecto del Museo del Oro de Venezuela, todo lo cual tuvo la gran aceptación del distinguido auditórium, que al final del evento le brindó su confortante apoyo.

sábado, 26 de febrero de 2022

MATAR PARA ROBAR

Ninguna guerra tiene la honestidad de confesar “Yo mato para robar” Las guerras siempre invocan nobles motivos, matan en nombre de la paz, en nombre de Dios, en nombre de la civilización, en nombre del progreso, en nombre de la democracia y si por las dudas no convencen. las mentiras, ahí están los grandes medios de comunicación dispuestos a inventar enemigos imaginarios para justificar la conversión del mundo en un gran manicomio y un inmenso matadero. En una de sus obras, William Shekespeare, escribió que en este mundo los locos conducen a los ciegos y cuatro siglos después, los amos del mundo son unos locos enamorados de la muerte que han convertido al mundo en un lugar donde cada minuto muere de hambre o enfermedad curable diez niños y cada minuto se gastan 3 millones de dólares en la industria militar que es una fábrica de muerte. Las guerras exigen armas, las armas exigen guerras y los cinco países que manejan las Naciones Unidas, esos cinco países con derecho a veto en la ONU resultan ser también los principales productores de armas. Uno se pregunta ¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo la paz del mundo estará en manos de los que hacen el negocio de la guerra? ¿Hasta cuándo seguiremos creyendo que hemos nacido para el exterminio mutuo y que el exterminio mutuo es nuestro destino? ¿Hasta cuándo? (Spanish Revolution)