domingo, 22 de septiembre de 2019

Las aventuras de “Doble Feo”


“Doble Feo” era su cognomento popular porque le ganaba al médico y periodista francés Theofhrate Renaudoi con su físico poco agraciado y del que nunca tuvo complejo, pero su verdadero nombre era Héctor Roldán como quiso que se llamara el Prefecto de Ciudad Bolívar, es decir,  su padre Francisco (Pancho) Lusinchi, hermano de Jaime Lusinchi, quien fue Presidente de la Republica.  Héctor como el legendario guerrero príncipe de Troya y Roldán como el antiguo guerrero francés.  Pero Héctor Rodán,   careció de la suerte de ser atlético, bien parecido y bizarro, por lo que su primer trabajo sólo lo llevó a guerrear contra la suciedad de los carros que se estacionaban en el Garaje en que fue convertido el negocio de Tomás Rivilla, luego que la euforia navideña lo incendió con su estruendoso fuego pirotécnico.  
Al ganadero y Presidente Municipal, Antonio José Grimaldi,  siempre le simpatizó y Roldán dejó de lavar y pulir carros para dar cuenta diariamente al Presidente edilicio de las bombillas quemadas del alumbrado público.  Poco tiempo duró en su nuevo oficio porque el doctor Miguel  Lima Ostos lo mejoró como Chófer de la Presidencia de la Legislatura, pero debió de prescindir de su servicio porque Roldán conducía a menos de 60 kilómetro por hora y Lima Ostos se quejaba porque tardaba un día para llegar a Guasipati.
No me queda más alternativa dijo Héctor que meterme a político.  Siempre estaba en la oposición.  Vendía Tribuna Popular, La Pava Macha, Clarín y terminó preso con Amín Inaty y Jose Díaz, militantes de la Izquierda que apoyaban la guerrillas.  Por último militó en Cruzada Cívica Nacionalista y llegó a ser concejal suplente de la Perroulo.  Por último,  alojó un famoso Chamán del Amazonas y largas colas mañaneras frente a su casa de la calla Las Mercedes llevaban a los extraños a preguntar y alguien respondía:  “Doble Feo que se metió a brujo”.  (AF)



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