El Catire Istúriz, era el nuevo
dueño de Radio Bolívar y cuando por primera vez vino de Puerto La Cruz a
visitar la emisora que entonces dirigía el colega José Antonio Fernández, el
portero Cachimbo lo desconoció y, por tanto, no lo dejó entrar. Lo mismo le ocurrió al periodista David Jiménez,
corresponsal de El Mundo, uno de los rotativos más importantes de España,
Cuando lo designaron sorpresivamente Director de ese periódico e iba por
primera vez a su Despacho, fue ingratamente sorprendido por el portero que le
impedía rotundamente el paso. Moraleja: la comunicación es necesaria hasta con el
portero de le casa, no importa la posición o rango que se tenga.(AF)
No hay comentarios:
Publicar un comentario