El "Día de la Madre" comenzó a celebrarse en Ciudad Bolívar a partir de 1931 por decreto del Concejo Municipal del entonces distrito Heres, presidido por el doctor José Agosto Méndez, quien suscribió la disposición según la cual dicha celebración sería “Todos los años el tercer domingo del mes de mayo a partir del 17 del mes en curso”. Actualmente se celebra el segundo domingo, pero la festividad se celebra en diferentes fechas del año según el país. Por ejemplo en Gran Bretaña se celebra el cuarto domingo de mayo; en España, el primer domingo; en Argentina del tercer domingo y en Venezuela el segundo domingo igual que en Estados Unidos, Canadá, Alemania, Colombia, Cuba, Ecuador, Italia y otros países como Grecia, por Cibeles madre de la fiesta.
El moderno Día de la Madre
fue creado por Julia Ward Howe, en 1870, originalmente como un día de madres
por la paz, que luego se convirtió en un día para que cada familia honrase a su
madre. Actualmente ha sido aceptada esta celebración en muchos lugares del
mundo.
Julia Ward Howe,
nacida el 27 mayo 1819 y fallecida el 17
octubre 1910, era una abolicionista americana prominente, activista social y
poeta. Autora del "Himno de Batalla
de la República".
Alguien ha dicho que el Día de
la Madre es todos los días para dar a
entender que cada 'hora o minuto una mujer del
mundo comienza a ejercer su rol de Madre o para dar a entender que no
transcurre un día sin que haya una atención humanamente especial para la mujer
que 'nos concibió y nos echó a rodar por el mundo bajo á aura protectora de su
amor.
De todas maneras, aunque todos los días esté la
Madre presente, hoy será para el mundo
occidental y especialmente para
nosotros los de este lado de Venezuela
un día para el amor y la reflexión frente a ella.
La ley asigna deberes y derechos
a la Madre con respecto a los hijos, pero
también los hijos tenemos 'deberes profundamente morales y de conciencia con respecto a ella.
A veces la Madre falla por
cariño demasiado expansivo o una
exagerada seriedad o descuido. De esto casi siempre la responsabilidad no es de la propia Madre sino de la
sociedad donde se ha formado.
Por eso luchamos cada vez por una sociedad fuerte y mejor a objeto de que la Madre goce de todas las garantías y pensando en lo que escribió la
novelista inglés Wallace: "la
mano que balancea la cuna es la misma que
rige al mundo". No ha
habido desde ahí verdad más poderosa
y ay el día en que esa mano deje de mecer la cuna, ya no habría Madre y
el mundo sería un caos hasta el final y la extinción.
Entonces, debemos cuidar y proteger a la Madre para
que perdure en el tiempo con la misma
fuerza creadora de la Madre Naturaleza.
El día es propicio para recordar a la upatense
Concepción de Talhiardat que lo sacrificó todo hasta humillarse ante el
dictador Cipriano Castro, por la libertad de su hijo muerto en los tenebrosos
calabozos de entonces, o para recordar
al gran poeta Antonio Pérez Bonalde cuando regresaba del exilio y encontró a su
Madre muerta: “Madre, aquí estoy; de mi destierro vengo / a darte con
el alma el mudo abrazo / que no te pude dar en tu agonía; / a desahogar en tu
glacial regazo / la pena aguda que en el pecho tengo / y a darte cuenta de la
ausencia mía”. (AF)
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