Al periodista Gustavo Herrera Bolívar solían llamarlo
“El Embajador” pero nunca reveló por qué.
Cuando Álvaro Natera lo contrató en Caracas como director de El
Bolivarense, me tocó presentarlo en
círculos gremiales y sociales para que lo conocieran y en animada tertulia
festiva una linda muchacha quiso hacerle
una broma dada su condición física de piel
muy pigmentada y le pregunto si es posible el contagio de la negrura y
Gustavo muy sonriente le respondió
afirmativamente: “Sí, amiga. Eso es
posible cuando dos cuerpo se
juntan” y la sacó a bailar muy
pegaditos.(AF)
No hay comentarios:
Publicar un comentario