miércoles, 10 de octubre de 2018

EL IRRESISTIBLE TEMOR DE PEDRO MONTES.




Pedro Montes, quien durante su juventud se condujo como Novillero del Circo Monedero,  tuvo un comercio frente al Café España y contagiado por la fiebre del automóvil, se compró uno.  El problema era que temía se lo chocaran, de manera que cuando debía  pasar una esquina y venía otro auto por la transversal, se salía de su carro y le hacía señas al conductor para que frenara pues él iba a pasar. Ese temor quizá era el mismo que experimentaba el monumental Negro Bogle cuando antes de pasar una bocacalle miraba inquieto para todos los lados y a veces aceptaba la ayuda por temor a que viniese un carro y lo aplastara.  Esto lo narra Jorge Luis Borges, en Ton Castro, el impostor inverosímil.  (AF)

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