domingo, 16 de febrero de 2020

José Rosario Pérez



 Artista del metal y la madera
José Rosario Pérez, artista del metal y la madera, vive  sentado en una silla de ruedas desde el día en que el conductor de una camioneta  rebasó la isla central de la avenida Táchira y lo arroyó aplastando de paso la carpa donde exhibía para su venta los juguetes que él había construido para niños.
Desde entonces, no sólo el metal y la madera aguardan la plasticidad creativa de su vocación, sino el edificio que frente a su residencia familiar levantaba con sus propios recursos para transformarlo en un centro de las artes.
La idea del proyecto de Centro de las Artes, surgió a raíz de las limitaciones por parte del Estado para  la formación de los niños asistentes al Centro de Información de Artes Plásticas Alejandro Otero.
José Rosario Pérez es artista plástico constructivista y como tal sigue los pasos de Naum Gabo, precursor del constructivismo, según el cual "el arte no sólo sirve para distraer a la gente, sino para organizarla",  Vale decir, dotarla de herramientas necesaria para producir, sentir y comprender el arte, penetrar en el mundo del creador plástico en cualquiera de su estilo y variantes.
Sobre el proyecto y la idea de no depender del Estado, podríamos decir que comenzó cuando él. José Rosario Pérez, Luis Carlos Obregón, y Pedro Orta formaron un centro de creatividad infantil en el Parque Ruiz Pineda que además de las artes plástica incluía teatro y literatura que subsidiaba y manejaba el Estado no obstante la pretensión de una autonomía que por no ser posible quedó a la larga disuelto,  pero la idea quedó como semilla que fue paulatinamente germinando hasta entroncar y florecer  en un Centro de las Artes con edificio o sede propia e independiente del Estado y donde hasta el día del accidente que lo golpeó severamente, asistían unas cien alumnos  de 6 a 14 años de edad,  escogidos de cuatro de seis escuelas que están a los alrededores.
Los muchachos asistían de dos a cinco, de lunes a jueves. Comenzaba Pérez por estudiar su tendencia y de acuerdo con ella los  ubicaba, bien en  área de las artes  plásticas, la cerámica, construcción de juguetes o artesanía.  Así avanzaba el gran centro hasta que sobrevino lo inesperado  Cuando le ocurrió el accidente, JRP llevaba diez años metido de lleno en el proyecto individual que había comenzado en 1989 con la colocación de la primera piedra. (AF).





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