Artista del metal y la madera
José Rosario Pérez, artista del metal y la
madera, vive sentado en una silla de
ruedas desde el día en que el conductor de una camioneta rebasó la isla central de la avenida Táchira
y lo arroyó aplastando de paso la carpa donde exhibía para su venta los juguetes
que él había construido para niños.
Desde entonces, no sólo el metal y la
madera aguardan la plasticidad creativa de su vocación, sino el edificio que
frente a su residencia familiar levantaba con sus propios recursos para
transformarlo en un centro de las artes.
La idea del proyecto de Centro de las
Artes, surgió a raíz de las limitaciones por parte del Estado para la formación de los niños asistentes al Centro de Información de Artes Plásticas Alejandro
Otero.
José Rosario Pérez es artista plástico
constructivista y como tal sigue los pasos de Naum Gabo, precursor del
constructivismo, según el cual "el arte no sólo sirve para distraer a la
gente, sino para organizarla",
Vale decir, dotarla de herramientas necesaria para producir, sentir y
comprender el arte, penetrar en el mundo del creador plástico en cualquiera de
su estilo y variantes.
Sobre el proyecto y la idea de no depender del
Estado, podríamos decir que comenzó cuando él. José Rosario Pérez, Luis Carlos
Obregón, y Pedro Orta formaron un centro de creatividad infantil en el Parque Ruiz Pineda que
además de las artes plástica incluía teatro y literatura que subsidiaba y manejaba el Estado no obstante la pretensión de una autonomía
que por no ser posible quedó a la larga disuelto, pero la idea quedó como semilla que fue
paulatinamente germinando hasta entroncar y florecer en un Centro de las Artes con edificio o sede
propia e independiente del Estado y donde hasta el día del accidente que lo
golpeó severamente, asistían unas cien alumnos
de 6 a 14 años de edad, escogidos
de cuatro de seis escuelas que están
a los alrededores.
Los muchachos asistían de dos a cinco, de lunes a jueves. Comenzaba Pérez por estudiar su
tendencia y de acuerdo con ella los ubicaba, bien en área de las artes plásticas, la cerámica, construcción de juguetes
o artesanía. Así avanzaba el gran centro
hasta que sobrevino lo inesperado Cuando
le ocurrió el accidente, JRP llevaba diez años metido de lleno en el proyecto
individual que había comenzado en 1989 con la colocación de la primera piedra.
(AF).
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