La muerte de Monseñor Miguel Antonio Mejía cuyos despojos se hallan inhumados en la
Catedral Metropolitana de Ciudad Bolívar ocurrió el 9 de octubree de 1947 y el Gobernador Fernando Álvarez
Manosalva, fue testigo del doloroso acontecimiento. Por la muerte de este Obispo de la Diócesis de Guayana, la Junta Revolucionaria
de Gobierno presidida por Rómulo Betancourt dictó un decreto declarando motivo
de duelo oficial. Se le tributó honores militares y su cadáver embalsamado fue
inhumado en la Catedral de la ciudad. Su lugar fue ocupado por el canciller de
la Curia Arzobispal de Caracas, Monseñor Críspulo Benítez Fontúrbel (nativo de la
isla de Margarita) en calidad de administrador Apostólico, mientras se
tramitaba su designación como Obispo. Entonces los bolivarenses podían viajar
en barco directamente a Nueva York, pero no podían hacer lo mismo en avión
hasta Maiquetía-Caracas porque generalmente había que hacer escalas en San
Tomé, Anaco, Maturín y Barcelona en los aviones de la Línea Aérea Taca de Venezuela, cuyo agente en
Ciudad Bolívar era J.G. Ortiz Rodil. (AF)
No hay comentarios:
Publicar un comentario