miércoles, 19 de noviembre de 2014

Candelario y la Vela de la Candelaria



Bueno ¿Por qué me llamo Candelario? Porque es el nombre del pueblo donde nació el padre de mi padre, un pastor de ovejas de la Sierra de Béjar, municipio ubicado en el extremo sureste de la provincia de Salamanca.  En los límites del municipio se encuentra el embalse de Navamuño que represa el río Angostura y abastece de agua a la comunidad.  Yo creo que el antiguo nombre de Ciudad Bolívar, es decir, Angostura, vino de allá, seguramente en la Expedición de Límites.  Además, por partida triple, porque nací el 2 de febrero, Día de Nuestra Señora de la Candelaria, patrona de Tenerife. Su etiología deriva de candelero o candela que se refiere a la luz: la luz santa que guía hacia el buen camino.  Mi madre era devota de la Candelaria y fue ella quien introdujo la creencia de buscar los ahogados en el Orinoco con una vela encendida navegando en el curso de la oración en una totuma.  Donde la totuma se detenía allí  buzos seguro que encontraban al ahogado. /AF)

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