En Ciudad Bolívar hay quien todavía recuerde, aunque sea por referencia de sus antecesores, como la gente se esmeraba por vestir bien. Es más, era obligatorio. Tiempos entonces del gobernador Ovidio Pérez Ágreda, del Presidente de la Asamblea Legislativa J. M. Gómez Rangel (Pope Gómez), del alarife José Remigio
Fernández, del joven Frank Hernández, promesa del canto y de la campaña a fin de que pudiera ir a
Caracas a presentarse en la Academia de Música, toda vez que las becas de 120
bolívares decretadas por Pérez Agreda solo habían alcanzado para que Alejandro
Otero, Aníbal Álvarez, Luis Felipe Pérez Flores, Eleazar Alcalá Armas y
Humberto Bartoli, pudieran proseguir estudios superiores. Frank Hernández fue
promovido por el profesor José Francisco Miranda, director de Radio Bolívar, y
quien con el cambio de gobierno sustituyó a Telmo Almada en la dirección de la
Banda Dalla Costa. El presidente municipal
era Edmundo Cruz Prieto, quien prohibió
después de las 6 de la tarde circular por las calles, plazas, paseos y lugares
de espectáculos públicos, trajeados de
guarda-camisa, camisa o franelitas. Los
infractores eran sancionados con multa de 25 a 50 bolívares o arresto
provisional. En ese tiempo el sastre Natalio Silva hizo su agosto alquilando trajes del buen vestir.(AF).
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